jueves, 6 de septiembre de 2018

En Educación, libertad de elección de las familias


Presentamos unas reflexiones que de EDUCATIO SERVANDA nos han llegado:
La Ministra de Educación insiste en sus declaraciones del mes de julio queriendo eliminar la “demanda social”, es decir la elección de las familias, como criterio de elección de centro.

El pasado mes de Julio la Ministra de Educación Dña. Isabel Celaá, compareció en el Congreso de los diputados para exponer sus propuestas educativas. En su discurso escrito, indicaba que “el derecho a la educación siempre recae sobre los individuos que son sujetos de aprendizaje, no recae sobre las familias, ni sobre los territorios ni sobre las religiones. ¿Quién no puede estar de acuerdo con este matiz tan importante?”, Su pregunta, propició que EDUCATIO SERVANDA liderase un Manifiesto por la libertad de Educación que alcanzó más de 100.00 adhesiones en pocos días.

En el día de ayer la Ministra reapareció en el Congreso donde, entre otros puntos, insistió en que se está redactando una modificación del artículo 109.2 de la LOE-LOMCE que dicta a la administración que la asignación de alumnos a los centros se hará “tomando en consideración la oferta existente de centros públicos y privados concertados y la demanda social”, es decir, la elección de las familias. Y esta es precisamente la parte que pretende ser suprimida, la de la “demanda social”.

La Ministra insistió ayer en la misma idea matriz de su anterior comparecencia afirmando que “si constitucionalmente la persona tiene el derecho a la educación, correlativamente el poder público tiene el deber de garantizar ese derecho”, olvidando por completo en esa correlación que el papel del poder público es siempre subsidiario al de la familia, que el Estado está al servicio de la familia y no al revés. De sus palabras se deduce con claridad cuál es para la Ministra el papel de la familia y qué lugar ocupa en su “organigrama educativo”.

Desde EDUCATIO SERVANDA seguimos manifestando nuestra frontal oposición a la imposición ideológica que anima las propuestas legislativas de la señora Ministra. En su esquema, el Estado ocupa un lugar preferente al de la familia en la educación de sus hijos. Por eso, por estar en contra del criterio principal, no podremos aceptar nunca los cambios legislativos que se deriven de él y que desplacen a la familia como principal educador de sus hijos en favor del Estado. 

En este caso, la eliminación de la “demanda social” abre la puerta a la administración a repartir unilateralmente a su criterio a los alumnos en los centros que ella determine, sin tener en cuenta la elección de los padres.
Por eso reiteramos lo que ya en nuestra anterior comunicación pusimos de manifiesto, que “La mayoría de los problemas educativos que padecemos desde hace décadas en el sistema educativo español giran en torno una palabra fundamental, y esa palabra es la libertad. Libertad de las familias a elegir para sus hijos, o no, la asignatura de religión en igualdad a las demás; la libertad de los padres a elegir centro educativo para sus hijos; la libertad de las familias a educar a sus hijos según sus convicciones morales. En definitiva la libertad de los padres, frente a las imposiciones del Estado”.

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