El Día Internacional de las Familias se celebra cada 15 de mayo. Este año se centra según Naciones Unidas, en resaltar el papel que juegan las familias y las políticas orientadas en el fomento de la educación y el bienestar de sus miembros, en particular, la educación infantil y la formación continua para niños y jóvenes.
También destaca la importancia de los miembros de la familia que se dedican al cuidado de los otros —sean padres, abuelos, hermanos, …— y se focaliza en las buenas prácticas dirigidas a conciliar la vida familiar y laboral y a asistir a los progenitores en su papel de educadores y cuidadores. Asimismo, se destacan las buenas prácticas en el sector privado que apoyan a madres y padres trabajadores, así como a los jóvenes y las personas mayores, en sus lugares de trabajo.
En nuestro país, es necesaria una clave para restablecer el crecimiento en la tasa de natalidad e iniciar el camino de invertir la pirámide poblacional. Es fundamental ‘devolver la seguridad y la confianza a las familias’, para que familias de parejas jóvenes se aventuren a convivir y a tener descendencia dentro de un ambiente estable que les permita pensar en un futuro tanto para ellos como para sus hijos.
Por lo que hay que combatir el relativismo. Hay que luchar contra el individualismo. Males que atenazan a las sociedades occidentales y que hacen pensar solo en el hoy y no en el mañana.
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